CUANDO ME PIERDO EN SER MAMÁ

Dice mi terapeuta que “Donde pones tu atención, pones tu energía” y sin duda el ser mamá me ha hecho poner atención en muchas mamás.

Algo en mi siente la responsabilidad de estar atenta a las necesidades de otras y a escuchar sus vivencias. Me queda claro que yo no tengo la verdad absoluta y que de hecho, no tengo la más mínima experiencia en este tema. Entonces, voltear a ver a las de alrededor me ha enseñado bastante.  Una de las cosas que he notado, es que todas están en esta lucha constante de no perderse a si mismas al ser mamás.

El espectro es amplio. Hay algunas que viven esta lucha a través del físico y recuperar su cuerpo como era previo al embarazo, otras es enfocarse en el trabajo, otras tantas en tener espacios con sus amigas, pero se mantiene la constante. Ser mamá es tan absorbente que luchamos día a día en no ser solamente “La mamá de…”. Así como siento que hace muchos años luchaban con no ser solamente la “Esposa de, o la hija de…”

Sinceramente no tengo la más mínima idea de cómo lograr esto. No se si tener el cuerpo y bajar los kilos, si tener un trabajo de oficina, si estar mucho con tus hijos o estar menos. No se si es hacer un blog sobre el tema. Lo que se que es cada día veo menos a Lorenza y más a la mamá de Martín y Elena. 

Y esto compañeros, no es nada fácil de aceptar. Me siento a veces en una barra de equilibrio tratando de balancear todo lo que hago. A veces me caigo del lado del trabajo, a veces me caigo del lado de mi casa. A veces solo soy mamá y a veces no soy mamá lo suficiente. Y solo me queda levantarme al día siguiente a volverme a subir a la barra. Esto creo que me tiene intolerante a ciertas cosas. 

Me tiene intolerante a las críticas, sensible a los comentarios de mi pareja, y a veces me hace muy crítica de las personas a mi alrededor. Me he sorprendido criticando en mi cabeza comentarios de gente ajena y todo siempre acaba en “A ver haz lo que hago, a ver si tan chingón…”.

Y siendo objetiva se que no debería hacerlo. Se que no es lo mismo y todos tenemos nuestras luchas, nuestros fantasmas. Pero es complejo no compararte con el de lado. Siento que debería juzgar, pero lo hago. Y esto, solo me hace sentir peor.

No quiero juzgar pero juzgo. No quiero enfocar mi energía en cosas negativas pero lo hago. 

Mi norte lo tengo claro, inclusive lo apunte en mis notas del telefóno a manera de secretito. ¿Cómo quiero llegar a mis 40? Quiero llegar plena. Quiero llegar Lorenza. Con todo lo que eso implica. No quiero ser “la mamá de “ aunque sea mamá. Ni “esposa de” aunque amé mucho a mi esposo. No quiero ser solo la que trabaja aunque me guste mi trabajo. Quiero ser MamáNoSabe aunque Lorenza si sepa mucho. Quiero no enfocar mi energía en las cosas que no me hacen bien.

Y si, como cualquier visión a largo plazo necesita una estrategia basada en tácticas que se puedan hacer, así que hice casi casi mi “mission statement” y se los comparto. Por si alguien quiere copiarle algunos puntos. 

 

1.    Dejar ir el coraje. Sea contra quien sea. Por la razón que sea. Dejarlo ir. 

2.    Escuchar más que hablar. No todos tienen que escuchar mi opinión pero me enriquece escuchar la de los otros. Tenemos 2 orejas y una boca. Para escuchar el doble de lo que hablamos.

3.    Ser cada día más yo. Sincera y atenta pero yo. No hacerme tonta, no fingir para complacer. No ser la que quieren que sea sino la que quiero ser.

4.    Estar en paz con mi cuerpo. Ojalá sea el que quiero, pero si no lo es, no reprocharme o sentirme mal al respecto. No lo vale. Quererme. Echarme porras.

5.    Aprender mucho y más. Seguir leyendo, tomando cursos, aprendiendo cosas que siempre he querido aprender. No conformarme. No hay límites. Cuando sienta que aprendí mucho, buscar aprender todavía más.

6.    No dar excusas. Asumir la responsabilidad que me toca y no asumir la que no debo. Cada quien tiene una parte. No todo, una parte. Y cuando no estas haciéndote cargo de tu parte debes reconocerlo. No justificar porque no lo estás haciendo.

7.    Seguir sorprendiendo y dando a mi alrededor. No se puede vivir solo ni hacer las cosas solo. Sin duda, la gente no está acostumbrada a recibir pero mi esencia es hacerlo. No porque no puedan apreciarlo significa que no estarán agradecidos de recibirlo. Dar sonrisas, experiencias y abrazos a tu alrededor siempre sumará. Nunca te restará.

Así que con esto les comparto mis 7 pasos para llegar a los cuarenta. Todavía me faltan varios años, pero debo al menos saber cuál es mi objetivo. Cómo quiero ser. Y así, ser mamá consumirá una buena parte de mi vida, pero no toda. 

Pensar que no podemos cambiar las estrellas es lo que nos hace no poderlas cambiar.

“Donde está tu atención se va tu energía” lo convertiré en algo bueno. Ya verán.

Con el cariño de siempre,

Su MAMÁNOSABE de confianza.