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CUANDO DECIDÍ CONTAR MI HISTORIA

CUANDO DECIDÍ CONTAR MI HISTORIA

Quiero admitir desde ahora que no soy una mamá especial. Soy una mamá como todas. Mi historia no necesariamente es la más interesante o la más divertida. Ni la más trágica ni la única en su tipo. Es mi historia y eso la hace importante para mi. Aunque no lo sea para nadie más.

Desde el primer momento, cuando estaba embarazada, baje todas las apps que podía para tener para estar preparada. Como lo he dicho, ilusiones puras. Cuando nació mi hijo, BabyCenter en su labor de estar cerca de mi, me mandaba notificaciones que decían algo como "Tu bebé esta semana ya puede verte" y mi bebé seguía sedado en el hospital. Así que oooooootra vez fui entendiendo poco a poco que tendría que seguir más mi instinto porque BabyCenter no estaba entendiendo mucho lo que me pasaba.

A partir de ahí, deje un poco a lado las apps y empecé a contarme mi propia historia. 

TU HIJO NO SALIÓ CONTIGO DEL HOSPITAL. TU HIJO TE HIZO LLORAR TRES VECES AL DÍA EL PRIMER MES DE SU VIDA. TU HIJO NO ES COMO LOS DEMÁS BEBÉS. DEAL WITH IT.

Y aceptar esto me costó. Pero cuando lo hice, todo cambió.

Cambió para bien. Me relajé y pude empezar a sonreír de nuevo. No era parte del clan del parto perfecto. No iba a ser de las que se maquillan 3 horas después de parir. No iba a ser de las que salen flacas y sonrientes como Kate Middleton (había engordado 30 kilos así que ni por el poder de la Diosa de Weight Watchers esto iba a pasar) no sería como me lo había imaginado toda la vida. No era así y estaba bien. 

Y asumir esto me hizo empezar a disfrutar sin expectativas, sin delirios de saber que hacia, sin pretender que todo era perfecto. Porque estoy convencida que las mamás pretenden eh, nunca nada es fácil. Aunque se hagan las que si. 

Y eso, junto con la necesidad de catarsis y de presumir a mis dos retoños, me hacen querer sacar lo que llevo dentro y contar mi historia.

En el camino quiero ir sumando a todas mis fuentes de conocimiento porque han sido y seguirán siendo muchas. Si a alguien le sirve, que bueno y si solo me sirve a mi también.

Ha pasado el tiempo y sigo reiterando que cada camino es distinto y el mío no lo marca nadie más que yo. Y eso aplica a todo, no solo a ser mamá. Así que si eres de las amigas a las que forcé a leer mi historia aunque no seas mamá, también ojalá te sirva aunque sea un poquito. 

Estas palabras se las dedico a mi mamá. Que sin duda mucho mucho mucho de lo que he logrado darle a mis hijos viene de lo que me enseño. 

Ser mamá y no saber está bien. Y creo que a veces eso no nos lo dicen mucho. Por eso cuento mi historia. 

CUANDO SENTÍ QUE PERDÍ A MIS AMIGAS

CUANDO SENTÍ QUE PERDÍ A MIS AMIGAS

CUANDO ME HICE MAMÁ

CUANDO ME HICE MAMÁ