CUANDO LES CUENTO DEL MEJOR REGALO QUE ME HAN DADO.

No me había puesto a escribir porque me mudé y quien se haya mudado aunque sea de ropa sabe que cambiar cuesta trabajo. Mucho.

En fin, el año está por acabar y ya es octubre. Como todos los octubres, hay mil cumpleaños. Al parecer enero-febrero es un mes muy popular para procrear (sin confirmar). 

Para mi, octubre siempre es de regalos y pasteles, entre otras cosas porque mi hermano y mi mamá cumplen en octubre. Pasteles que te hacen engordar, porque siempre compramos los más ricos (comí el de conejito de Macorina, sino no han comido corran a el) y regalos porque compro y compro. Este año, mi año de reflexión, busqué tratar de hacer consciente cuál ha sido el mejor regalo que me han dado. Llegué a una conclusión muy cursi.

El mejor regalo, es mi hermano.

¿Tu hermano? ¡Tus hijos! Querrás decir. Pero no, mis hijos yo decidí y fui parte. Estuve ahí cuando se decidió. Mi hermano llegó sin que yo entendiera. Sin que yo quisiera, seguramente al principio. Pero llegó. Y hoy, hoy lo agradezco mucho.

No quiero contarles mucho sobre el, porque no se que tan feliz va a ser viendo que ventaneo cosas de su vida, pero les puedo contar con detalle lo que significa para mi.

La relación con mi hermano no es que sea la más cercana del mundo ni mucho menos. De chiquitos nos peleamos mucho, hasta tener moretones o destrozar el tapete de mi mamá por pelearnos por un pastel. Siempre estábamos discutiendo y un día me dijo que si no fuera su hermana, seguramente no seríamos amigos jajajaja (el es muy sútil como verán).

Todo esto, ha pasado y sigue pasando. Sin embargo, siempre hemos estado juntos. A quien más extraño si no paso Navidad con mi familia es a el. Cuando tengo fotos lindas de mis hijos siempre busco que las vea cuanto antes y cuando tuve que escoger al padrino de mi primer hijo, nunca hubo ninguna duda. 

“Si algo me pasa en la operación y hay que tomar decisiones y necesitas saber que haría yo, pregúntale a mi hermano. El va a saber” le dije a Rodrigo un día antes de la cesárea de emergencia que me hicieron. No hay nadie que me conozca como el. 

 

Un día, comíamos en el Rosetta mi mamá, mi hermano y yo. Decidimos jugar a ver quien conocía más al otro a través de una serie de preguntas. Mi mamá, como todas las mamás, contestaba de acuerdo a lo que quería ver de cada uno. Mi hermano y yo, contestamos viendo la realidad. Mi mamá no atinó a ninguna pregunta jajajaja, mi hermano respondió a todas las mías. Y yo a casi todas las de él. Las preguntas eran desde ¿A qué soy alérgico? (él es al chocolate obscuro) hasta ¿En qué cuatro ciudades del mundo te comprarías una casa? (el atinó todas las mías).

Mi hermano ha sido mi piedra en más momentos que les puedo contar y nunca le he dicho, pero fue mi principal argumento para tener otro hijo.

Mi hermano me enseño lo que es tener a alguien junto y aunque no lo entiendas, no veas las cosas de la misma forma, lo quieres, lo respetas y lo procuras. Mi hermano me enseño a estar en familia. 

Hermano, quisiera aprovechar para decirte que no se me olvida haberme peleado por el pastel o por el control de la tele, por decirnos cosas feas o por amenazar chismearle a mi mamá de lo que hacías.

No se me olvida cuando llegaste borracho y cuando yo llegué borracha. No se me olvida que han sido varias veces.

No se me olvida cuando me regalaste boletos para ver a los Killers con niñera incluida para que no me perdiera el momento.

No se me olvida cuando te he hablado llorando porque mis papás… (insert experience here) y me contestaste “déjalos, están locos, tu tienes la razón”.

No se me olvida que te saliste de la chamba muchos días para estar afuera del hospital cuando saliera de ver a Martín en la terapia intensiva.

No se me olvida que me hayas llevado a Urgencias a las 2am.

No se me olvida tener que abrirte la puerta cada fin de semana porque se te olvidaban las llaves.

No se me olvida irnos solitos en el avión a Madrid cuando tenías 7 años y que nos bajaran en Cancún.

No se me olvida irnos de campamento.

No se me olvida atacarnos de risa de Haley Joel Osment (me sigo riendo). O de Severus Snape. (super chiste local)

No se me olvida que regresaras a Rodrigo en Madrid porque habías quedado conmigo.

No se me olvida que llegues a jugar con los niños a la casa (aunque estés crudo).

No se me olvida que a veces se te olvida hablarme. No se me olvida que a veces se me olvida preguntarte como estás. 

Hermano, no se me olvida que eres el mejor regalo que me han dado y gracias a todo lo que me has enseñado, busco tener una familia en donde mis hijos se procuren y aprendan uno del otro. 

No se me olvida que fuiste mi mejor regalo y me impulsaste a darle ese regalo a Martín y a Elena. 

A veces se me olvida agradecerles a mis papás que me regalaran eso, pero eso lo hago en otro post. 

Quiero que sepas que te quiero mucho. 

Tu HermanaNoSabe.