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CUANDO LE ESCRIBO A MI HIJA

CUANDO LE ESCRIBO A MI HIJA

Hola Elena, soy Mamá.

 

Desde hace un par de meses he tenido ganas de escribirte pero creo que no me había atrevido. Un poco de culpa, un poco de miedo y un poco de “ay no seas exagerada” me detenían a hacerlo. Pero bueno, aquí estoy. 

 

Te cuento mi Helenush que cuando me convertí en mamá, cuando nació tu hermano, me costó mucho trabajo. Algún día te cuento con detalle pero básicamente nuestro comienzo en esto de ser papás tuvo algunos baches. Si lees algún día todo lo que he escrito por acá, entenderás un poco más. 

 

Esto hizo que esta mamá que tienes aprendiera muchas cosas sobre sí misma y sobre la vida. Todavía no tengo idea de cómo ser madre, pero como persona quiero pensar que cada día lo hago un poco mejor. 

 

Entre las cosas que aprendí, está el relajarme, el no generar falsas expectativas y disfrutar el momento, el pequeño logro. Aprendí que no todo tiene que estar perfecto para ser feliz, que no se necesita tener todo ni tener todo bien. Solo necesita cambiar el lente con el que miras las cosas. Aprendí a estar agradecida y en paz. Aprendí a no sofocarme en mi cabeza. Aprendí a amar de una manera distinta.

 

A veces siento, mi lindura, que esto ha hecho que contigo sea tan tranquila que llegues a sentir que no estoy ahí para ti de la misma manera. Y sé que no te acordarás cuando seas grande pero yo sí y por eso quería escribirte.

 

Tu llegada a este mundo iluminó mi corazón de una manera padrísima. No se como explicarlo. Desde que abriste los ojos te vi más sabia que yo. La fuerza de mil lunas. Una energía de plenitud me invadió y nos conecto. Nunca había sentido eso. Había yo hecho parte de esta mujer tan preciosa. Elenita, tu alma ya había estado aquí y viniste de nuevo a recordarnos.

 

Tengo miedo Elenis, ya sabes, soy yo. Si también ya leíste mis posts anteriores te darás cuenta que tengo miedo de todo básicamente. Pero el tener una hija sigue siendo distinto a tener un hijo. Contigo he sentido cosas que no reconocía como familiares. Tengo miedo al ejemplo que te voy a dejar. Tengo miedo a que llegues a un mundo que todavía considera que las mujeres somos menos que los hombres. Tengo miedo en dejarte un mundo que pueda hacerte daño y no permita que alcances tus sueños. Tengo miedo que pienses que “por ser mujer” no puedes hacer algo. Tengo miedo que alguien sienta que “por ser mujer” te puede hacer algo a ti. 

Tengo miedo que te veas en el espejo y no te gustes. Que te veas y solo veas áreas de oportunidad porque alguien dice que así no deberías estar. Tengo miedo que no te acuerdes de las mujeres que estuvimos atrás de ti. Esas que te regalamos toda nuestra fuerza. Tengo miedo de no ser la mamá que necesites. 

 

Dirás que estoy loca mi amor, pero te escribo para dejar aquí unos pocos de todos estos miedos y para comprometerme contigo a luchar juntas contra ellos. Te escribo por si algún día no estoy contigo puedas leer estas palabras y sepas que mi amor es invisible y no necesito verte para luchar contigo. 

 

A veces mi vida, ser mujer es lucha. No pelea. Lucha. Y sí, a veces necesitamos la fuerza de aquellas que nos amaron que vinieron antes que nosotras. 

 

No me voy a sentir más culpable por darte menos o más, simplemente soy distinta. Ya no me agarraste tan verde como me tocó con tu hermano. Y sí, eso tiene pros y contras.  Lo que si me interesa que sepas es que tu, mi luna, tienes un lugar que nadie nunca había tenido. 

 

(Martín, si lees esto también espero sepas que tu lugar también es intocable, y si, tu eres mi sol, como te lo he dicho millones de veces al oído) 

 

Nunca dudes de ti muñequita, nunca dudas de tu fuerza. Algún día a lo mejor también eres una mamánosabe y necesitarás amarte para poder amar. Siempre disfruta quien eres. Ríete mucho y no te preocupes por lo que los demás digan o piensen. Todos estamos igual de confundidos. Nadie tiene la verdad. 

 

No dejes que ninguna mujer te quiera hacer menos por quien eres. No dejes que la envidia ni el coraje de alguien más te detenga o no te haga brillar. Esas personas tóxicas es mejor verlas de lejos. 

 

Elena, me salen lágrimas al escribirte porque no puedo entender que lotería más grande me fui a sacar al ser tu mamá. Me siento muy muy afortunada. Gracias. 

 

Ser mujer es una responsabilidad muy grande. Requiere que seamos muy responsables con nosotras mismas. Requiere que nos veamos siempre primero y no dejemos que nadie nos deje a un lado porque piensa que puede. 

 

Sueña mi Helen, sueña que puedes llegar donde te lo propongas, que aquí está tu mamá atrás de ti para lo que necesites.

 

Con toda la fuerza de amor que puede tener alguien por su hija,

te escribe TU MAMANOSABE de confianza. 

 

Te adora,

Mamá. 

CUANDO TE TOCA LA MONTAÑA

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